Desde el año 2012 el movimiento EDM sigue ganando adeptos, amado y odiado por muchos parece ser algo que llegó para quedarse, pero antes de continuar con este artículo es bueno definir que significa EDM, malinterpretado por muchos como un género electrónico no es ni siquiera un estilo propiamente, sino por el contrario la combinación de varias corrientes musicales como house, electro house, trance, drum and base, hip hop, nu-rave hard house, acid house, progressive y dub-step. Se caracteriza por tracks con subidas y bajadas vertiginosas (con pianos, cuerdas y vocales), seguido de un estado altamente energético y una caída de bajo y bombo generalmente simplistas.
En realidad la polémica central acerca del movimiento EDM no se centra en la combinación de estilos; el verdadero malestar con el EDM es la comercialización y “plastificación” que ha significado para el género electrónico, los DJ’s ya no son simples DJ’s ni se comportan como tal, sino que a través de estrategias de marketing son ubicados en una esfera superior, facturando millones de dólares por tocar set pre-grabados y enaltecidos como los nuevos rockstars del siglo XXI cuando en realidad poco trabajo es el que hacen aparte de prestar su imagen. Muchos no mezclan en vivo, utilizan shows pregrabados coordinados con pirotecnia y efectos de alto impacto que simplemente abruman al público en un frenesí de estímulos a los sentidos y lo peor del asunto: muchos de los que son aclamados como estrellas para producir canciones y convertirlas en éxitos en realidad lo que hacen es valerse de “ghost producers”, es decir otros djs que en el anonimato crean las canciones y las ceden a los DJ’s a cambio de altas sumas de dinero con un acuerdo de confidencialidad de por medio. Grandes grupos de inversión principalmente con sede en Miami han destinado alrededor de 1 billón de dólares para comprar festivales, promotores y acciones en empresas productoras de eventos como ID&T (creadores de Tomorrowland) ya que describen la explosión EDM como el nuevo “rock&roll”, con miles de seguidores y millones fluyendo en boletería y merchandising en general. Con la fama y el dinero de por medio los DJ’s se han hecho cada vez más irreverentes, perdiendo inclusive el respeto por el público en medio de vanidades y cultos a sus propios egos.
Como respuesta en forma de parodia a todo lo anterior el año pasado en el programa de comedia Saturday Night Live presentaron el video “when will the bass drop?” donde un DJ ficticio llamado Davvincii (Posiblemente David Guetta + Avicii) mediante playback enloquece al público que espera por la parte explosiva de la canción mientras realiza todo tipo de cosas como jugar en su equipo y recibir dinero.
Desafortunamente el EDM ha desbalanceado el mercado, ahora el público opta por el consumismo y muchas propuestas musicales de calidad se quedan en el anonimato simplemente por no ser compatibles con los estándares de moda en el mercado. Ya sea que prefieras el techno, el tech house, el dubstep o el trance, siempre es bueno explorar un poco más allá de lo comercial, la música electrónica es infinita y cada día son producidas nuevas canciones de calidad que también vale la pena escuchar, bailar y compartir.