Trataré de escribir este artículo lo más simple posible, sin entrar en detalles técnicos acerca de la bolsa de valores o de los procesos de quiebra en EEUU. No todo lo que brilla es oro y el panorama no pinta muy prometedor para SFX Entertainment, grupo empresarial propietario de festivales como Tomorrowland, Mysteryland, Stereosonic, TomorrowWorld, de varios clubes en Miami y de otras empresas relacionadas con la música electrónica como Beatport.
Un reciente análisis de Seeking Alpha, empresa consultora para inversionistas reveló que los números no andan bien en la compañía insignia del EDM, en el año 2.013 en pleno auge de festivales como Tomorrowland SFX empezó a cotizar en la bolsa de valores con acciones que se vendían por sí solas a unos increíbles 13 dólares (una acción de Twitter vale $27 aprox.), pero con el paso del tiempo el panorama se ha tornado un poco sombrío y desde hace unos meses el precio de las acciones entró en caída libre, pasando de $13 dólares a 91 centavos de dólar por acción.
Apartes del análisis de Seeking Alpha dicen: “Creemos que SFX está bajo una presión financiera significativa, se está quedando rápidamente sin dinero en efectivo y se ha visto limitada en las opciones de financiación. Creemos que la compañía está camino a la quiebra por malas decisiones y falta de planeación”.
Comportamiento de las acciones de SFX
Lo anterior pueden ser solo rumores pero ciertos hechos recientes parecen confirmarlos:
En agosto luego de tres cuatrimestres con pérdidas calculadas por 130 millones de dólares, el CEO de la compañía y accionista mayoritario, Robert F. Sillerman, propuso a todos los inversionistas una recompra de acciones para convertir la empresa en privada, idea que falló y colocó en alerta a los socios; a lo anterior se suma la cancelación de One Tribe Festival una gran fiesta de música electrónica que iba a realizarse en California próximamente bajo la producción de SFX. Para completar el desolador panorama muchos DJ’s confirmados para eventos futuros como Tomorrowland Brasil 2016, entre ellos Hardwell, han afirmado en entrevistas que los pagos anticipados aún no ingresan y los compromisos están sostenidos solo en el papel de los contratos.
En publicaciones recientes Sillerman ha afirmado que está buscando “nuevas estrategias” para recuperar el dinero perdido y reencaminar la empresa, pero el tiempo avanza y tiene solo hasta el día 2 de octubre para que la empresa no sea declarada automáticamente en bancarrota por falta de efectivo.
La buena noticia es que si SFX es declarada en quiebra no significa obligatoriamente que festivales como Tomorrowland vayan a desaparecer, o que Beatport vaya a cerrar, ya que son unidades atractivas para los inversionistas que de entrar en venta se negociarán rápidamente. Solo el paso del tiempo definirá el futuro esta empresa que tanta diversión y entretenimiento ha brindado desde su creación.